Mundo Dedé

Borradores de la mitad de mí

Carta a D.

6 comentarios


Me pides «escríbeme algo». «Piensa en mí y escríbeme algo». También me dices, o más bien me bendices, como anoche a modo de despedida, con una avalancha de palabras rebosantes de generosa vida, algo parecido a esto: «Que tu día de hoy sea feliz, que tu familia y amigos te regalen todo su amor y cariño, que en este año se cumplan todos tus proyectos y que sueñes con los angelitos». Yo replico «y que no me piquen los chinches» y tú te ríes; a veces mucho, como si mis pequeños chistes burbujearan alrededor de ti y te hicieran cosquillas.

Anteayer fue mi cumpleaños, he cumplido 40 años.

D. se levanta tardísimo, a las 10.30 de la mañana se baña y desayuna chigüiro con su mejor amiga, Blanquita. El chigüiro es un mamífero conocido también como capibara o carpincho, es el roedor más grande del mundo y llega a pesar hasta 50 kilos. Al menos eso dice la Wikipedia. No es el caso, el de esta mañana no pesa tanto, aunque sólo sé que se cocina a la parrilla y con muchas especias, no pregunten tanto que yo no sé nada al respecto. Además, es un manjar en Colombia, Venezuela… Como en España el conejo, pongamos por caso. Que, por cierto, en arroz y con caracoles te puedes morir de gusto. Digo esto para dejar bien claro que D. y Blanquita desayunan lo que quieren y ustedes no son nadie para cuestionarlo con sus prejuicios imperialistas. El chigüiro es un plato, una delicatessen, y punto. Dejémoslo ahí, que no quiero tener un disgusto tan de mañana.

Después van a hacer una visita de negocios. Lucrecia vende ropa interior al por mayor, entre comillas, para vendedoras al por menor. Para ello van al interior, de la ciudad, y en el trayecto de ida y vuelta D. se siente como una menor y Blanquita como la hermana mayor, entre comillas. Menor porque le burbujean los cucos amarillos entre las manos, y no son los encajes de olán, son los recuerdos cuando de niña Lucrecia le preguntaba: «¿Tiene usted novio D.?».  Le hablaba de usted porque allí son más educados que aquí, ustedes es que no paran de interrumpir cuando alguien está contando algo, aunque uno se haga un lío está haciendo un esfuerzo para hacerles partícipes de un par de cosas interiores, menores o mayores, entre comillas.

A su regreso de sus quehaceres callejeros, cargada con una nueva remesa de cucos, es la hora de almorzar, pero como se han comido un chigüiro de menos de 50 kilos, pues ahora no tienen hambre en su interior, ni menor ni mayor. Sólo les burbujea un poco el refresco que se sirven de pie en la cocina y les hace cosquillas en el paladar. Se ríen mucho hablando de novios. No son los mismos de cuando el encaje de olán entre las manos, entonces D. era menor y Blanquita le hacía cosquillas con su pregunta del novio, entre comillas. Ahora los novios son mayores, aunque el de Blanquita está lejos y sólo la ve a veces. Y el de D., también, y lo verá por primera vez.

Por la noche me has contado todo esto, entre comillas, y en mi interior se han producido cosquillas mayores y han burbujeado encajes de olán. Porque he pensado que quizás sea yo el novio de los cucos amarillos y eso… eso me hace decirte unas palabras, más bien bendecirte: «Que hoy seas más feliz que ayer, si cabe; que todos los que te quieren, que deben ser muchos porque lo tuyo es que es increíble, te demuestren su amor al menos una vez a lo largo del día; que te rías mucho que es muy sano y a ti particularmente (y a mí cuando te oigo) es que te suena de maravilla; que tu mamá sazone bien el chigüiro (cuánto chigüiro); que a Blanquita le visite pronto su novio lejano y que tú cumplas tu sueño de olán; y que sueñes con los angelitos.

Y tú tienes que decir: «Y que no te piquen los chinches».

6 pensamientos en “Carta a D.

  1. Hola! Navegando en la pagina de Hector..llegue a la tuya..y la verdad, metiendome en todos tus blogs anteriores, he disfrutado un monton!!! asi que espero que este dure para muchas letras mas…
    un abrazo

  2. Me alegro de que disfrutaras, Natalia. Bienvenida y saludos y abrazos a Barquisimeto.

  3. Ya que viviste la ausencia de sensibilidad en la mitad de tu cuerpo. Podrias narrar cortamente cual de tus sentidos fue mas usado DURANTE EL EVENTO? y si actualmente ambos lados sienten con la misma intensidad?
    Sentir con el cerebro? Memoria del sentir? Alimentando el sentir? temas a tratar en mi siguiente libro interior.
    Soy amiga de Natalia.
    Salud!

  4. Hola y bienvenida, Karina.
    Creo que he entendido tu pregunta. Más o menos. Lo voy a pensar un poco y escribiré una entrada sobre ese tema. En realidad, todas están tratando sobre ese tema.
    Salud!!

  5. Hola cariño mio !, he leido tus relatos y me impresiona tanta sensibilidad ( me refiero a la del alma) espero que siempre estes inundado de tantas emociones para que puedas darle vida a esas letras que combinas con tanta perfección.
    Si que lo he disfrutado !!!!!, un beso y mi corazón.

  6. Glups, cuántas cosas bonitas…

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