Me encuentro terriblemente cansado, hundido en este sillón, sin ánimo de levantar los dedos de este teclado, aunque sólo sea para ver cosas al azar en internet. Esta mañana casi no he trabajado, podría haberlo hecho pero aquí estoy hundido en mi sillón, haciendo como que trabajo. Incluso me siento incapaz de escribir, las palabras me salen agarrotadas y sin alma, la redacción, torpe.
Quizás deba marcharme a descansar…
febrero 14, 2007 en 4:17 pm
Bueo, espero sea solo cansancio fisico, y no del alma, que este ultimo solo con ir un rato a descansar no basta.y a veces no importa que fisicamente estemos agotados si el alma , espiritu o como se llame no lo esta. un abrazo
febrero 14, 2007 en 6:04 pm
El alma la tengo bastante descansada últimamente, no le doy mucha guerra. Quizás por eso me fastidia este cansancio físico tan inoportuno. Aunque siempre lo es (inoportuno), desde que apareció con la enfermedad. Es algo que uno no se espera, que te empieza a pintar como un carboncillo desde los pies a la cabeza (o viceversa) hasta que te ves totalmente difuminado.
Un abrazo.