Pues esta mañana me he hecho una endoscopia, que debe ser una de las cosas más desagradables del mundo (por encima del balonazo en tus partes aunque por debajo de la violación anal), y resulta que no tengo cándidas. Estoy por quedar con el médico naturista que me las ‘diagnosticó’ y meterle un tubo por la garganta y hasta el recto durante cinco minutos. En fin, que me haya servido para regresar a los hábitos sanos en la alimentación. Pero qué tela. Y qué cara de atontado se te queda. El hombre me lo dijo con total seguridad, no dijo «tal vez tengas cándidas» sino: «Pues tienes cándidas».
Y qué pérdida de tiempo. Si por él hubiera sido, me habría pasado un año gastando pasta en extracto de semilla de pomelo, zumo de grosellas a 6.60 euros los 750 cl y píldoras de calostros bovinos. Por no contar las dificultades para encontrar en cualquier sitio (desde restaurantes a todo tipo de comercios) algo autorizado para comer, con la desazón que eso conlleva. Narciso, el médico de digestivo amigo de mi padre (rojo como él) que ha tenido el detalle de verme tan rápido, ya me dijo que el diagnóstico por el iris son brujerías y que tal vez me encontraba mejor porque «el efecto placebo es una de las cosas más poderosas que hay». La sugestión, bendita sugestión.
Añadió Narciso: «También hay gente que cree en dios».
La verdad es que he adelgazado los kilos que me sobraban y que he recuperado la energía que había desaparecido en el último año (un tiempo en el que el agotamiento después de mi trabajo en el Elche parecía no irse nunca). Pero una cosa es segura: es la última vez (y lo anuncio solemnemente) que voy a ver a un médico naturista. Y espero que el señor del tubito sea el último matasanos de los otros que se cruce en mi camino.
Por un lado ha supuesto un enorme alivio y mi primer pensamiento después del mal trago (nunca mejor dicho) y tras reflexionar como ido pero plantado en medio de una consulta en la que acababan de ver mis entrañas en un monitor, ha sido: «Ahora podré comerme un arroz». Al llegar a casa en ayunas me he preparado lo de siempre, yogur con frutos secos, pero esta vez he chorreado miel con un deleite que ya no recordaba.
No voy a poner a parir a todos los médicos naturistas en general, en mi caso sigo convencido de que la dieta de Swank y sus suplementos de ácidos grasos esenciales me ha ayudado mucho con la EM. Pero está claro que mis cambios de hábitos, el cuidado de uno mismo, hacer ejercicio, quererse y dejarse querer, todas esas cosas que vienen dadas cuando te conciencias de que debes hacer una dieta para encontrarte mejor, con todos los cambios fisiológicos que conlleva el proceso, influyen un huevo.
Pero la experiencia del tubito me ha marcado. Hay un antes y un después en mi vida. Se cierra una etapa, se acaban cuatro años de visitas médicas, consultorios, médicos de cabecera, de valoración de minusvalía, neurólogos, psiquiatras, psicólogos, profesores de yoga, acupuntura, libros de chikung, expertos en terapia craneosacral, sesiones de reiki (una de ellas a diez manos), gestalt, constelaciones familiares, terapia de reconexión, pino puente y churro media manga mangotero qué será.
Se acabó, fin, punto. La de tiempo libre que voy a tener a partir de ahora para hacer lo que debo hacer: escribir.
julio 24, 2008 en 10:00 am
Hola Andrés,
Me alegro que estés bien y sobretodo que vayas a dedicar más tiempo a la escritura.
En mi opinión escribes estupendamente….
Animo !!!!!
julio 24, 2008 en 6:36 pm
Pues sí, tío… me alegro que estés viento en popa y que tengas tan bien pillado el tono al blog. Un placer leerte y saber de tus cosas… y, si son buenas, pues mejor.
¿Pero qué hacías tú metido en un equipo de fútbol? No lo entendí nunca. Ni Elches ni Elchas, chaval.
julio 25, 2008 en 3:29 am
Hola!! Andres ni te cuento el trauma de las colonoscopias!!! ME alegro que todo lo tuyo ande bien. un abrazote
julio 25, 2008 en 10:37 am
Gracias, Jordi, qué descojono. Necesitaba reirme. Tienes razón con lo del Elche, no sé qué pintaba yo ahí. El caso es que hasta tenía dinero en esa época… Fue una experiencia interesante igualmente, pero no se la recomiendo a nadie. Y menos a alguien que tenga EM.
Por cierto, acabo de mandarle un sms al médico naturista ( titulado en Cubs, con 40 años de ejercicio en un hospital además de miembro de de la Academia de Medicina Biológica de EEUU e ingeniero con experiencia en proyectos de riego en Angola , según él) diciéndole que no tengo cándidas y que gracias igualmente por la dieta.
julio 25, 2008 en 10:38 am
Quería decir Cuba. Y gracias a mis otras visitantes por sus ánimos.
julio 29, 2008 en 10:30 am
Hermano guapo!!!! Disfruta de una buena costrica antes de irte, veras que bien te sienta!!!!! BUEN VIAJE!! Tu sobrino y yo te queremos mucho
julio 29, 2008 en 11:00 am
Me comeré un arroz con costra a vuestra salud, familia.
julio 29, 2008 en 5:47 pm
que te vaya todo fenomenal
julio 30, 2008 en 9:02 pm
Los «Fantasmas» existen, cariño yo lo he comprobado muchas veces. Lo único que hay de bueno en esos tragos es que damos un frenazo y nos ocupamos «bien» de nosotros mismos. Lo malo son las obsesiones. ¿Conoces la historia de tu tío Jorge, verdad? El caso es que has adelgazado que se te ve más tranquilo y que algo habras echado de tu cuerpo que te estaba cargando. Que bien que te libres de una vez de todas esas cosas que hacen que te olvides que la fuerza está en nosotros, que si es verdad que desde la creación , desde el big ban, somos algo así como polvo de estrellas, cualquier cosa que necesitemos, que queramos, que emprendamos , dependerá solamente de nosotros y de nuestra sabiduría, que la tenemos toda, utilizandi bien nuestra vida, bien que quiere decir que nos satisfaga. Chico ¡Aupa! vas bien.
Te quiero mucho. Yo, tu tía Helia.
Ah! gracias por la indicación.
julio 31, 2008 en 11:20 am
Amén, tía.
agosto 18, 2008 en 11:22 am
¡Hola guapo!
Leo que te integras más rápido de lo que piensas, ya aspiras tu «pieza» y todo. Poco a poco pasarás de grado y empezarás a «vacunarla». Todo se pega, yo a veces no sé si usar «para» o «por» de la de veces que lo oigo mal al cabo del día. Disfruta de la casa, de la señora «alternativa» y, por supuesto, de cada momento.
Un besote