Ayer me cazó la gripe. No sé si será por las toneladas de vitamina C que me estoy tomando o porque me niego a pasarme un fin de semana más hecho mierda, pero hoy estoy mejor. Terminé la clase y me fui a mi primera consulta con el neuro que me han recomendado en el centro de salud de la uni. Se llama Eisner, como aquel dibujante de cómics, Will Eisner, el de Spirit, me ha hecho gracia. Es como tener un médico que se llame Disney, llega uno con otro ánimo a la consulta. En fin, me dijo lo que era de esperar, que debo medicarme.
Me ha recomendado un tratamiento que no es tan fuerte como el interferón y que también recibe mucha gente en España, el copaxone. Un pinchazo diario y, según el amigo Eisner, prácticamente sin efectos secundarios. Pero que da protección ante un hipotético nuevo brote, o ante la posible aparición de una nueva lesión. No ha servido de nada que viera mi última resonancia traída desde España, en la que queda claro que las lesiones están inactivas. Me ha dicho que las resonancias a veces no lo detectan todo y que habría que ver el cerebro al microscopio para estar cien por cien seguros de su estado.
Ayer fue un día algo loco. A mí la gripe me afecta de manera bastante irritante. Había quedado con la casera para que me llevara al médico, como tan gentilmente se había ofrecido. Encantadora para esas cosas, como llevarme a hacer la compra, y tan agarrada para otras, cuando se trata de poner el aire acoindicionado o la calefacción. El jueves, el día que me puse malo, mi habitación estaba, digamos, fresquita. Cuando llegamos a la zona donde sabía que estaba el médico, me di cuenta de que me había olvidado la dirección, que estaba apuntada en una agenda en casa. Ella no puso peros y volvió, cogí la dirección y regresamos. Por el camino me acordé de que también había olvidado la tarjeta del seguro médico (que tengo impresa en papel). Maldito alpiste.
En la consulta, la recepcionista empezó a ponerse nerviosa porque no había traído la tarjeta y tuvo que consultar con su superiora, en el mismo mostrador. Tras comprobar que figuro en el listado de la aseguradora, no puso más problemas. El médico se disculpó («por el tema del papeleo», dijo) cuando vino a buscarme para la consulta. Eisner hizo un trabajo concienzudo, con examen médico incluido, además de una extensa serie de preguntas sobre todo mi historial desde el 30 de noviembre de 2004, fecha de mi diagnóstico. Miramos las resonancias dos veces, la segunda cuando le pregunté sobre el número y el tamaño de mis lesiones. Algo que nunca había pedido hacer en España, tal vez por reparo, o porque me daba igual.
La cita se alargó una hora. Cuando salí de nuevo a la recepción con la propuesta de tratamiento de Eisner, vi un cubilete de lápices de promoción: llevaba publicidad de ‘Copaxone. Glatiramer Acetate Injection’. Nada extraño, eso también ocurre en España, los médicos reciben prebendas, desde un humilde portalápices a un fin de semana en un hotel de postín para asistir a un congreso. Eisner me confesó cuando me hablaba del tratamiento que la empresa farmacéutica que produce el Copaxone arde en deseos de que alguien como yo empiece a consumir esa medicación. Le faltó hacer el gesto de frotarse las manos para que la imagen del contentísimo ejecutivo farmacéutico fuera más clara.
Por otro lado, me dijo que él conseguiría que los de mi seguro médico (1.900 dólares al año que salen de mi bolsillo) no pusieran trabas a pagar por mi inyección diaria. Parece ser que sí lo hacen en otros casos, pero esto ya no me lo dijo Eisner, que, como su alter ego dibujante de superhéroes, es especialista en historietas de tono negro estilo Batman, pero divertidas al fin y al cabo. La película que vendría después es más un documental de denuncia.
Como ‘Sicko’, de Michael Moore. Lo vi el otro día, trata de lo surrealista que es que la primera potencia mundial obligue a sus ciudadanos a pagar por sus propios remedios (el otro día iba a comprarme un Omeprazol para el estómago cuando me di cuenta de que siete pastillas costaban casi cien dólares), operaciones y tratamientos a vida o muerte. Cuando lo ves te entran unas ganas infinitas de vivir en Canadá, Inglaterra o Francia, países cuyo sistema de salud universal y gratuita es retratado con la sorna habitual del director de ‘Bowling for Columbine’ o ‘Farenheit 9/11’. Sorna hacia lo que se pierden en EEUU, claro. Aquí salen perjudicados, como dice el documental, hasta los que tienen seguro médico. Ya no sólo los sin techo que llegan a un hospital en lamentables condiciones y son depositados en un taxi para que los lleven a un hospital de caridad.
Más de 40 millones de estadounidenses carecen de seguro médico. Porque no pueden pagárselo o porque pasan directamente, como varios de mis compañeros. Es increíble pero en las farmacias de los supermercados (aquí se vende el frenadol al lado del scotch brite) hay utensilios a la venta para ‘hágaselo usted mismo’: desde quitarse una caries con un espejito a coserse una herida. Pero los que sí tienen seguro no están, ni mucho menos, protegidos. Las aseguradoras contratan a médicos que denieguen tratamientos caros, como el cáncer o el sida. En el documental aparecen varios enfermos que, por no poder pagar su parte del tratamiento (la aseguradora no lo paga todo y, a veces, nada), se han quedado sin casa y hasta sin vida.
No voy a contar el final porque os recomiendo verlo y experimentar la sorpresa que se le ocurre al estupendo Michael Moore. Sólo diré que es increíble que una islita del Caribe tenga un sistema de salud más justo y mejor que el del mismísimo imperio. En fin, me dieron ganas de borrarme del seguro y pasar el año teniendo cuidado en los semáforos, como hacen algunos de mis compañeros. Pero en mi caso, con esto que tengo, sería como jugar a la ruleta (americana, en este caso). De momento, me hubiera tocado pagar 365 dólares por mi hora con el amigo Eisner.
octubre 5, 2008 en 10:20 am
La otra noche, vi una peli gringa sobre el tema. No me preguntes el título; mi alpiste es muy superior al tuyo -he necesitado tres viajes a la farmacia para acordarme que tenía que llevar las recetas-. La cosa iba de un asegurado al que le reducen la jornada y también su seguro, mientras tiene en un hospital a su hijo que necesita un trasplante de corazón. O paga o su hijo se muere. Su solución es asaltar «urgencias» con el cirujano dentro y pedir que su hijo sea puesto en la lista. El final es feliz, claro, pero denuncia el sistema norteamericano de los seguros médicos… Supongo que la has visto.
En cuanto a la medicación que te propone el neuro, no sé opinar. Tú sabes más que nadie de tu enfermedad. Tú sabrás si tienes que consultar aquí con un neurólogo de tu confianza o si quieres que yo haga algo.
Lo importante es que tú te sientas bien, que estés bien.
octubre 5, 2008 en 10:39 am
Qué barbaridad! Y luego nos quejamos en España de la Seguridad Social.Por qué nos quejamos tanto si es una de las mejores? Más quisieran los yanquis tener nuestra seguridad social!
Bonico me alegra mucho escuchar que allí también vas a estar controlado por los médicos, y referente a medicarte, pues ya sabes, no sé que decirte, puesto que eso es una decisión personal e intrasferible.
Me alegro que estés mucho mejor del costipado, yo también estoy acatarrada, con muchos mocos, tos y estornudos y me ha salido también un grano en el párpado derecho, que en vez de un grano parece un alien, así que voy a llegar a Milán echa una porquería.Hay que joderse!
Bueno como dicen que la belleza reside en el interior y no en el exterior pues paso del puto grano y del jodido costipado, y al que no le guste que no mire.
Por lo demás, por aquí todo bien.Ayer estuve con Raquel y su hermana, que fuimos al cine.Vimos una película en la que actuaban Alpacino y De Niro, una policiaca, que en este momento no me acuerdo del nombre, pero lo que sí te puedo decir que vaya bodrio.
Bueno guapo, a seguir bien, cuidate mucho y un beso grandísimo!
octubre 5, 2008 en 12:46 pm
Vale, ya vale no? con ese stress que has llevado no te extrañes de nada, pero lo que si te digo es que no te fies de un neurólogo cualquiera y menos de pueblo, aunque sea americano. A ti te han visto y ya te han dicho todo. Menos mal que tu primo también te lee, y te conoce. Piensalo. No pasa res, tranquilizate; pero come mucha fruta y verdura que a ti te va, y pescadito aunque sea congelado.
Charito el grano del ojo se te va con una cocción en poquiita agua, de semillas de alholvas( una cucharadita de las de moka). Con dos o tres compresitas templadas del liquido amarillo que te saldrá se te quita el orzuelo que tienes. No dejes de hacerlo y no te empringues de pomadas . Ya me contarás. Eso se compra en herboristería y algunas farmacias.
un beso. Helia
octubre 5, 2008 en 3:12 pm
Vi ese documental que mencionas..es excelente!!, bueno espero que tu salud mejore, y piensa primero en ti todo el tiempo. un abrazo
octubre 5, 2008 en 4:00 pm
Tía Helia muchas gacias por el remedio, pero es que lo que tengo no es un orzuelo, sino un grano de esos interiores que me ha salido debajo del párpado, donde acaban las ojeras y empieza el pómulo, pero que sepa que lo tendré encuenta para cuando me salga un orzuelo.Un beso, guapa!
octubre 5, 2008 en 4:08 pm
Papito,
Voy a consultar con mi neuro cuando llegue. Luego te mando el número para que pidas cita por mí. Pero no voy a hacer caso a la primera a un médico que no está especializado en EM (creo, aunque parecía saber) y que está claro que recibe cubiletes para lápices cada vez que prescribe una medicación.
Charo, estoy todavía regular de la gripe, yo también toso, aunque orzuelos no tengo. Escríbeme por el otro lado (por el e-mail) para contarme tu viaje, que tampoco quiero que airees toda tu vida privada en la red. Dale recuerdos a Raquel.
Natalia, es increíble el documental, un poco demagogo, como todo lo que hace Michael Moore, pero muy efectivo, y real.
Respecto a pensar primero en mí, sí, es lo que debería hacer todo el mundo. Pero entonces no trabajaríamos, no cotizaríamos a la seguridad social, no ayudaríamos a las viejecitas a cruzar la calle… No, ahora en serio, tienes razón, es lo que debería hacer. Si veo que no puedo con la carga y el estrés, antes de caer enfermo de nuevo (más) tomaré decisiones. Que con mi anterior trabajo lo pagué bastante caro: sin ir más lejos, perdí mi mano derecha.
octubre 5, 2008 en 8:07 pm
sólo para que os echéis unas risas, el vídeo de El sobrino del diablo, un filólogo ex-profe reconvertido a cantautor. Para los días menos buenos…
http://es.youtube.com/watch?v=if3o_gC409U
octubre 6, 2008 en 1:22 am
Gracias, Silvia, muy divertido.
¿Cuándo te vas al Sahara? Cómete un cuscús a mi salud cuando fueres.
octubre 7, 2008 en 9:27 am
Hola hermanico!!!! Espero, que hoy te encuentres mejor, y si estas pasando frio dile a la señora que se estire»» un poquito , que ya le vale!!!!! Ha visto que madrileñada me ha salido??? Me imagino que lo mejor es que esperes, que tengas un control aquí con tu médico, cuando regreses y despues de Navidad te vayas con un cargamento de las medicinas que sueles usar, porque allí te sangran, bueno ya sabes…. Me recordó la mamá que te vas unos dias de vacaciones, me imagino que eso si va a ser una buena inyección, DISFRUTA!!!! Ya nos contaras, cuidate mucho te quiero, besos
octubre 7, 2008 en 1:52 pm
Tasha, madrileñada sería: ya la vale.
Besos, guapa.
octubre 7, 2008 en 2:53 pm
El sábado iluminé el único concierto en España de Suzanne Vega de su gira europea en nuestro Gran Teatro, en mi mas puro estilo conexión-improvisación from the heart que tanto cultivo últimamente…………. mmmmmmmmmmmmm………
¡Cómo gocé sintiendo la conexión con ella y su música!
«¡Un trionfo!»
Besitos de este tu tio, ¡guapo!
octubre 8, 2008 en 3:19 am
Enhorabuena, chavalín. Me alegre molt.
Ese sistema tuyo es el mejor, sólo que hay que saber mucho para llegar ahí.
Estoy que no paro, con esto de arreglarlo todo antes de irme a Virginia el viernes. Me tengo que llevar cosas para hacer allí (dos cuentos de Cortázar que me ha tocado presentar y tropecientos artículos para ilustrarlos). Menos mal que me han aplazado otra presentación, que si no me da algo. También tengo a Neruda esperándome a la vuelta de las minivacaciones. No sé si voy a tener mucho tiempo libre en mi viaje, porque también tendré que corregir exámenes. En fin, para qué contar…
Pero divertido sí que es.
octubre 9, 2008 en 3:41 am
Noticia: estoy cojo. Tengo una distensión en la cadera y, además de no haber podido dormir ayer por la molestia y dolor, hoy me he dado cuenta de que no podía andar, que veía las estrellas a cada paso. Me han llevado al hospital y me han dado antiinflamatorios, en los rayos equis no sale nada de hueso. También me han mandado unas muletas, que ya son mis dos nuevas amigas, y visitar a un quiropráctico. Mañana y pasado me sustituyen con mis clases. Luego hay vacaciones. Diana Peña (para diferenciarla de Diana Núñez, mamá de Lara) venía a verme e igual va a tener que aplazar el viaje. En fin, una faena. Que al menos me sirva para descansar, que menuda temporadita he llevado.
octubre 9, 2008 en 6:29 am
No sé por qué noto que tu trabajo se ha asustado al escuchar mi consejo de que lo mandes a freir puñetas si no te enamora y está mimandote un poco para conseguirlo.
Pues, te sigo amenazando, trabajo de mi Andrés: o me lo enamoras hasta el fondo o me presento ahí y te lo quito a la fuerza, a los empellones, como al lobo le sacaron a su amada Caperucita tras su acto de amor gastronómico y lo dejaron vacío para el resto de su existencia esos torpes brazos de ese torpe cazador. Trabajo de mi Andrés: eres lo mas noble entre los trabajos humanos. Tu proporcionas brújulas a los perdidos. Gepeeses a los perdidos jilipollas sifrinos modernos. Coloreas los cerebros únicamente grises. Das puntos de apoyo a palancas inventables. Eres la diferencia entre la basura y el horizonte posible de los elegidos. Eres lo que proporciona a mi Andresico la posibilidad de iluminar el abanico de posibilidades que cada uno de sus alumnos tiene aletargado en su hipotálamo o en sus güevos o andequiera que se escondan esas leches si a esos descerebraos les da la gana.
Eres tan injustamente repartido que te entiendo en tu dificilidad de dominar tu ego, pero a mi Andresico no me lo marees que no respondo. Como me lo canses pierdes a uno de tus mejores defensores, y luego no me vengas con pamplinas, que ya sabemos que tu solo cuajas en uno de cada diez afectados en el mejor de los casos, pero de eso solo tienen culpa los afectados y tu ya lo sabes, o sea que no te hagas el interesante, que sin Andrés no vales una mierda. ¿M’has sentit?
Andrés, vete de vacaciones que tu trabajo no te va a agobiar mas, cariño.
Besos del guardián de mileno.
NZ
octubre 9, 2008 en 6:43 am
Sobre Neruda, pregúntale a Ducho que lo conoció:
«… me gustas cuando callas porque estás como ausente»… «y ella no lo entendió y sigió enamorada de ese imbécil.» Dice ella en uno de sus relatos cortos.
octubre 9, 2008 en 2:04 pm
El Nasty es siempre genial. Y lo mejor es que lo tienes al lado y no se le nota. Se ve en lo que hace y ahora den lo que escribe «el muy jodío», que diría el Abuelo nazario.
Yo prefiero Cortazar a Neruda, aunque no sean comparables. Pero Neruda me cae mal como persona, y me lo confirmó Ducho.
Cuando tú naciste, Dedé, le regalé a tu madre «Cien años de soledad» y poco después «Confieso que he vivido», de Neruda, y ahí empecé a comprobar que era un machista y un insolidario. Creo que lo mejor que hizo en su vida fue reconocer a Miguel Hernández como poeta, pero no me extraña que lo hiciera por joder a Garcia Lorca, que era un señorito.
Bueno, miserias humanas.
octubre 9, 2008 en 4:06 pm
Y es muy hermoso todo lo que dice el Nasty sobre tu trabajo actual, el de toda mi vida. Nadie hasta ahora lo había descrito de una manera tan directa, humana e inteligente.
Gracias, Nasty. Si no estuviera comprometido, me casaría contigo.
octubre 10, 2008 en 12:08 am
Hermanico, yo en mis orígenes no hablé ni media palabra hasta que estuve medianamente seguro de saber pronunciarla, eso de las medias lenguas… (no sé, ahora que lo escribo me está dándo morbo) pero eso no quiere decir que no supiera lo que quería.
Sigo sin decir las cosas que para mí resultan obvias, que sería lo fácil para los demás, espero siempre que los otros entiendan las cosas como yo y actuen en consecuencia. Oye, cuando ocurre el milagro es como un orgasmo sensual con la madre de las comunicaciones interhumanas, te lo juro, un orgasmo. Pero no es lo normal (menos mal, si no ¡qué temblor perpetuo de piernas! ¿no?) y no me cabrea cuando no ocurre, pero si que me hunde un poco los palicos del sombrajo humano.
Vaya paradoja la humanidad, es lo mas grande y la mierda mas pestilente y putrefacta de esta enfermedad letal que llamamos vida.
Y, ¿sabes? voy a parar porque esto es el blog de Andrés y no el mío. Pero… tiempo al tiempo.
Andresico, espero que te hayas ido a desconectar, disfrutar y descansar, entre otras cosas que acaben en ar, menos morcilla, que termina en cuerda, como siempre.
¡Viva el aceite de onagra!
¡A las barbacoas, Señor Arzalluz!
¡Viva lo que viene de las Galias pasando por el coño sur… y el norte… y por Murcia… y el Palmar, que es sureste de ésto… y por el coño en sí mismo!
Andrés, tú a tu bola.
Besos.
NZ
octubre 10, 2008 en 12:15 am
uhmm…
No. Nada.
octubre 10, 2008 en 2:12 am
Me meo.
Nasty, ¿no has leído que estoy lesionado? No me puedo ir de vacaciones y mi Diana ha aplazado el viaje. En fin, que aquí estoy en el llit con el culo cuadrado ya de todo el día viendo películas. Mañana empiezo a trabajar, lo juro.
Respecto a lo que dices, no pienso que esté moldeando seres humanos en plan divina providencia, sólo me peleo con ellos (y con mis carencias) para que aprendan a decir «a mí me gusta dormir». Tiene guasa la cosa.
octubre 11, 2008 en 2:21 am
Excusas.
Vete a que te dé el viento a la farola.
Lo tengo todo controlao pa que te vaya bien a tu vuelta.
Y el Copaxone ese que dices me recuerda mucho al Coopertone, un bronceador yanky (o inspirado en la imperialidad) de los años aquellos 50’s, 60’s y/0 anteriores, posiblemente culpable de muchos males posteriores de la piel de los entonces españolitos pudientes (otra paradoja, porque castigo me suena un tanto catolicista).
No sé. Consulta antes a alguien que no tenga lápices o calendarios en la mesa, ¿no?
Estoy en Cantabria con los Calandraca (otro «trionfo» esta gente) en una casa rural enmedio de un bosque con riachuelo de esos de las tres naranjas, puro y cristalino, enmedio de la montaña, ¡claro! (cántabro=montañés, ambas palabras coincidientes en que llevan un acento gráfico – y gráfico también-/ y también, también/uf, qué vértigo me está entrando, y por si no era suficiente tengo que utilizar más palabras con tilde ¡Coño, otra más, y otra!) porque mañana tenemos bolo en Santoña, retomo, la ciudad beneficiaria de la última, con tilde, barbaridad de ETA quetaquí (con otra tilde) serca de cojones y no pa comer marisco, que eso era en Portugal, en Lisboa. Bueno, el caso es que mañana dentro de un rato me comeré, con ´, un nuevo marrón, con ´, para encajar el decorado y que quede de nuevo perfecto el espectáculo, con… ´, pero no era esto lo que te quería, con´, contar y… ¡no sé! ¡con tánta tilde..! (con tilde, aquellas) soy todo alpiste, bueno…
Ya veremos… y vesten de picos pardos o zarzuelas u orientes, que todos son palacios madrileños y sin enbargo alguno ha conseguido ser picos, y divertidos.
Bueno, ven y dame un abrazo, cojito que ya toca.
NZ
octubre 11, 2008 en 4:58 pm
Ya estoy algo mejor de la pierna, pero todavía molesta y duele en ocasiones. Al menos puedo andar por la casa. Hoy saldré a cenar a casa de una compañera (casada). Fui ayer al médico y, menos mal que de mi lesión se va hacer cargo el seguro de la universidad porque ayer estuve averiguando y mi visita al neuro del otro día me va a salir por un ojo de la cara, más de 300 dólares, a pesar de mi seguro (o por culpa de él). Menos mal que la lesión fue trabajando (o volviendo a casa del trabajo) porque sino también habría tenido que pagar el 20% de la atención en urgencias, radiografías incluidas.
Lo de la sanidad aquí es una vergüenza, mira que lo sabía. Menos mal que estoy bien de lo mío porque sino la única solución sería volverme a España.
La peculiaridad de los seguros médicos es que tienen ua cosa que eufemísticamente se llama ‘copay’ y que en cirstiano significa que te toca pagar por todo, por mucho seguro que hayas pagado. Yo me puse el máximo, pagué el suplemento pero podría no haberlo hecho porque me toca pagar un pastón por una consulta y si voy al hospital por una emergencia, también. Cabrones chupasangres. Viva el capitalismo.
Y muy oportuno el mensaje que me ha enviado Sonia sobre la privatización de la sanidad en la Comunjidad de Madrid. Da miedo esta peña del PP. Menuda panda de hijos de puta.
octubre 11, 2008 en 5:06 pm
Me alegro de que la dolencia baje. Y, sí, la sanidad privada en sustitución de la pública es una barbaridad «democrática» del neoliberalismo.
¿Te has fijado que el único país que no está en crisis es Venezuela? Pues, es porque retiró todos sus fondos de los EEUU. Chavez ya compró el Santander, antes de la crisis y lo nacionalizó. Ahora los demás países tienen que «inyectar liquidez» a su sistema financiero. ¡Se les va a acabar el chollo!
Y otra cosa, me voy a preparar. Esta noche tengo actuación -si no llueve y no caen goteras en la Lonja; tiene cojones: recién hecha-
Voy a contarles cuentos españoles y latinoamericanos.
octubre 11, 2008 en 7:53 pm
En fin, eso será verdad pero muchos venezolanos te dirían que están en crisis desde hace tiempo. Te vuelvo a recordar a todos los vendedores ambulantes en la carretera de la entrada a Caracas e incluso en Barquisimeto. Y la delincuencia que hay.
octubre 13, 2008 en 11:44 am
Hola guapo! Cómo va tu cadera? Espero que muco mejor. Como me has dado envidia yo estoy con una distorsión tibiotarsicaen el pie derecho. Te cuento como me paso. Aeropuerto de Barajas, 18:00 de la tarde. Estaba dentro de la zona de embarque haciendo tiempo hast que saliera mi avión a las 20:15 y un gilipollas con un carrito de maletas me llevó por delante. A partir de aquí una auténtica pesadilla. El pie empezó a inflamarse, me quité la bota y en una cafeteria del aeropuerto me dieron una gran bolsa de hielo para que me la pusier en la pierna. Avisaron al servicio médico, el cual no subió a asistirme hasta las 19:40. Mi avión llegó con retraso una hora, así que me dio tiempo a montarme en el . El médico del areopueto me dice que cree que no es rotura pero que no está seguro sin hacerme un radiografía. Me venda el tobillo y me dice que en cuantollegue a MILÁN que tengo que ir a un hospital para que me hagan radiografía. Me llevan con una silla de minusválido hasta el avión, me montan, cuando llego al areopuerto de Milán, una señorita muy amable me recoge con otra silla de ruedas y me acerca hasta donde Mauricio tenía aparcado el coche. Me monto en el coche y camino al hospital de traumatología, INSTITUTO ORTOPEDICO GAETANO PINI. Hospital, donde todo hay que decir, me atienden esupendamnte bien. Me atiende el doctor Trezza Paolo, me hacen radiografía y finalmente el diagnóstico médico distorsione tibiotarsica a destra. Me tranquilizan diciendome que gracias a Dios no es una rotura, me vendan todo el pie hasta debajo de la rodilla, me ponen una inyección para evitar trombos, me dan dos muletas y me mandan tomar unos antinflamatorios. Reposo durante siete días, mantener el pie en alto, deambulare con dos bastoni canadesi in carico parziale, separina 0.4, Ranitidina 150 mg, 1 capsula al día, Meloxicam 1 capsula al Bisogno. En fin, como ves toda una aventura.
Por lo demás, todo muy bien. Milán es una ciudas bonita y su gente muy amable. Me hizo un tiempo fantástico, calor, en manga corta.
Maurico, Carmen y Luca me han cuidado muy bien. Ya estoy en Madrid. Esta tarde voy al médico a que me den la baja.
Te mando un beso y que te mejores pronto! Ciao.
Por cierto ya he firmado para que derogen esa ley de mierda. Un beso!
octubre 13, 2008 en 2:15 pm
Qué mala suerte, Charo. Aún así conseguiste llegar y pasar el fin de semana con tu Mauricio, me recuerdas a alguien de mi familia que llegaría al infierno si tuviera una cita allí. Ahora que lo pienso, incluso yo mismo he hecho viajes larguísimos y en no muy buenas condiciones físicas para ver a alguien.
Estoy mejor de la cadera, voy a ver si la uni paga esto y me hago la resonancia. O no, porque ya estoy mejor y si no empeora, pa qué. Lo que está claro es que ya no voy a poder usar ni un servicio médico con mi seguro a no ser que sea una emergencia. No puedo pagar 300 dólares la consulta, me sale a cuenta comprarme un billete a España. La resonancia, si tuviera que pagarla con mi seguro, me saldría por varios miles (sólo me cubren el 80%).
He estado todo el fin de semana en casa salvo el sábado que vino mi amiga irlandesa a recogerme para cenar en su nueva casa con ella, su marido (pastor anglicano) y su hija pequeña. Ayer quería ponerme a hacer algo pero decidí hacer el vago y descansar, que de estar sentado también me molesta la cadera.
Ya voy a mejor y sólo necesito una muleta para no poner mucho peso en ese lado. Hoy lunes me pongo en marcha con todo lo que tengo que hacer, que hay que aprovechar la semana de vacaciones. Menos mal que ya lo he corregido todo: exámenes y deberes de mis chiquitos. Por cierto, lo han hecho muy bien. Tengo un 84 de media (aunque aquí el aprobado está en 60 e incluso un 70 no es muy buena nota).