Llevaba tres meses en Miami, como digo en el “Quién soy” que he puesto ahí al lado, en mi blog recientemente remozado. Llevaba tres meses encontrándome estupendamente. Ya sé que ahora no tiene foto de cabecera, era una foto que me gustaba y que se me ha perdido al probar un nuevo diseño. En fin, ya la encontraré. Estaba tomada en Jaén, con la sierra y la catedral de fondo, en la terraza de un hotel durante un viaje con Maracaibo Teatro. Ya la encontraré. Sí, me ha vuelto el aplastancio. A pesar de los diversos intentos y pruebas con dietas y suplementos. Justo ahora que empieza la recta final, el último mes del primer semestre del doctorado. No he escrito nada de poesía, al menos en papel. Ya escribiré más, de momento sólo quería dar la noticia de que le he lavado la cara al blog y de que ha vuelto mi amigo el aplastancio.
noviembre 15, 2010 en 10:04 am
¿Ya está Aplastancio reclamando tu atención? Joder, es como un niño con rabieta… Oye, ¿qué tal intentar tratarle como tal? Con cariño, pero yendo a lo tuyo y sin prestarle demasiada atención hasta que se calme…
¿Has tenido últimamente algún choque emocional? ¿Lo ha provocado Aplastancio? ¿O ha sido dicho presunto choque emocional la causa de que Aplastancio se enrabiete?
Bueno, ya he vuelto a meterme donde no me llaman.
Hermano, te queremos! Cuídate mucho!
H…
noviembre 15, 2010 en 5:14 pm
No, chiquitín, no ha habido ningún choque emocional. Al contrario, en ese terreno todo marcha bien. Te parecerá curioso pero creo que es por un batido de frutas que me tomé el viernes en una heladería a la que salimos un grupo de compañeros después de cenar en un vietnamita. Estoy casi seguro que fue por el endulzante artificial que vi que la chica le ponía, un chorro transparente de un líquido (probablemente aspartamo o sirope de maíz).
También hay que tener en cuenta que estamos en la recta final y que la cantidad de trabajo (tengo que entregar casi uno por día) es desorbitada.
Pero ya estoy algo mejor, anoche incluso conseguí trabajar un poco.
Ahora tengo que seguir.
Besos.