Me llamo Andrés González Sánchez. Nací en Elche (Alicante) en enero de 1967, coincidiendo con la publicación de Cien años de soledad, que mi padre actor regaló a mi madre bailarina en el hospital el día de mi nacimiento. De adolescente quería escribir y finalmente lo que hice fue titularme en Ciencias de la Comunicación por la Universidad Autónoma de Barcelona (1991). Incluso antes de licenciarme, creí que debía ser periodista. Colaboré en Radio Elche (1989) y en las delegaciones ilicitanas y alicantinas de La Verdad (1989-91) y, más tarde, de El País (1992-94), así como (desde 1996 a 2003) en las secciones de Espectáculos y El Dominical de El Periódico de Catalunya en su redacción de Madrid. También escribí para alguna revista cultural mensual. Es decir, fui del periodismo más instantáneo y enervante al más espaciado y relajado.
Luego me dediqué a los gabinetes de prensa, que de relajado tienen poco, trabajando en el Festival Internacional de la Oralidad y, dios sabe por qué, en el Elche CF. Después de una estancia de tres años en EE UU para estudiar literatura (un master en Villanova University y un año de cursos de doctorado en University of Miami), que era lo que siempre me había gustado pero que en realidad fue siempre como una novia a la que quieres mucho pero que no se toca, volví a España y, tras recuperarme de la indigestión de barras y estrellas, empecé a trabajar de Community Manager y relaciones públicas de unos restaurantes mexicanos y un tablao flamenco, para compensar.
No olvido que he sido atónito cronista de una expedición a un ochomil, manipulado voluntario durante la guerra de Bosnia, socio de un abrevadero para adolescentes, frustrado reportero en Buenos Aires, maquinista de teatro con problemas lumbares, nulo vendedor de espectáculos, agotado profesor de español de futuros CEO’s e incansable aspirante al doctorado.
Pero no he dejado de lado mis inquietudes literarias. A lo largo de los años he picoteado en el mundo de los guiones, el teatro, la poesía y las canciones. Una letra mía, casi la única, formó parte de 13 rosas, de la compañía Arrieritos, premiado con el Max al mejor espectáculo en 2007. He publicado unos pocos relatos en ediciones colectivas, entre las que destaca Galaxias robadas. Los insolentes del pasado soñaron un futuro galáctico (Editorial Numa, 2001). Una selección de mi poemario inédito Poemas semiautomáticos se incluyó en la edición colectiva Poesía en Villanova (Villanova University, 2010).
La mitad de mí (Eutelequia, 2013) es mi primera novela. Y, como Aureliano Buendía, todavía no he conocido el hielo.